El País de Tata Dios

Estancia La Galia, de Hary

En un mundo en el que se discute tanto sobre la inmigración, las memorias de los pioneros es un buen género literario para consultar.
Para nosotros, los pioneros son nuestros ancestros. Pero para los indígenas éramos todos invasores; para los españoles, gringos, y para los europeos, colonizadores.
El País de Tata Dios es la traducción al castellano del título del libro de memorias familiares de Martín Hary (C´Est le pays de bon Dieu), que narra "las vivencias de cinco generaciones franco aregentinas" desde su llegada, en 1881, hasta la actualidad. Esa familia supo aprovechar y pudo "hacerse la América". Fue una decisión secular intergeneracional que demandó todo el esfuerzo y el audacia necesarios para superar las adversidades naturales de estas latitudes.
El amor por la tierra que los recibió es una constante en los textos de cada uno de ellos, y que Martín recopiló, ordenó y comentó. En este libro se observa que el cultivo de esa tierra debe ir acompañada por el del espíritu, porque de esa forma se ordena para mayor gloria de Dios.
Un buen libro de memorias transmite más emoción y menos precisión; normalmente va acompañada de una explicación del contexto histórico. Así se puede recrear la vida de estos arquitectos que construyeron la Argentina que se erigía en los 80 y el campo del siglo XX, al que su tío Paul ayudó a potenciar por medio de los grupos CREA, del que fue fundador y principal impulsor, y del siglo XXI, con la llegada de la siembra directa, de la que Martín fue uno de sus iniciadores.
Este género literario, de memorias de pioneros de nuestra tierra, es muy estimulante. El Ultimo Confin de la Tierra, de Esteban Lucas Bridges, situado en Tierra del Fuego; Conquistadores Pacíficos, de Godofredo Daireaux, en la provincia de Buenos Aires, y Che Patrón, de Magdalena Capurro, en Corrientes, son algunas de tantas patriadas a las que me refiero. Modelos de hombres y de familias que forjaron esta bendita tierra.+

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