El valor de la tradición
Ayer me llegó este excelente mensaje, que vale la pena compartir.
Habrá algunas definiciones discutibles, pero otorga mucho sentido a la tradición:
UN SALUDO MUY ESPECIAL
A TODOS MIS FAMILIARES Y AMIGOS
Patricio E. Marenco
“LOS PUEBLOS QUE OLVIDAN SUS TRADICIONES
PIERDEN LA CONCIENCIA DE SUS DESTINOS,
Y LOS QUE SE APOYAN SOBRE SUS TUMBAS
GLORIOSAS SON LAS QUE MEJOR PREPARAN
EL PORVENIR”
Nicolás Avellaneda
LA TRADICION
...La Patria necesita hombres que se planten un instante para mirar atrás, donde la tradición, fuente prístina, es venero inagotable de enseñanza moral.
Dijo Almafuerte: "Difícilmente os determinará su derrotero aquel que no sabe de donde viene; no determinarlo implica a menudo, no tenerlo".
El día de la tradición despertará de nuevo en el alma nacional la vibración fantástica de las glorias".
Ese día, el repicar de las espuelas, el bramar de los potros enloquecidos, el gemido de las guitarras criollas, la canción de nuestros poetas, la melodía de cifras y vidalitas, nos hablarán en su lenguaje agreste para decirnos que nuestra nacionalidad, se forjó con la pujanza bravía y el desinterés del romántico cantor de las pampas argentinas; que sin más armas que el parejero, la tacuara y su libre voluntad, construyó las bases sobre las que se afirma el edificio inconmovible de la emancipación nacional.
Y ese día los próceres gauchos, constructores de la Patria, formarán guardia de honor para impedir que la avalancha, en su desorbitado afán suicida de extranjerizarlo todo, cambie el crisol de la nacionalidad y el simbolismo de la bandera en una transfusión de razas, de sangre y de costumbres que apaguen el candil que nosotros encendemos, para mantener latente, el recuerdo del pasado que nos engrandece.
...Saber de dónde se viene es volcar en el presente el pasado con sus glorias y sus sacrificios, es recordar y actualizar con ansias de perpetuación, es confundir la tradición con la historia, es revivir los tipos fundamentales y reencarnar en nuestras almas sus almas para que aleteen en el tiempo infinito los sublimes ideales de que estaban poseídos.
...¡Somos Argentinos y debemos sentir la Patria desde Jujuy hasta Tierra del Fuego y desde el Plata hasta los Andes!
...Nuestra tradición nace con los tipos étnicos que se desparramaron por los dilatados ámbitos de la Patria.
Se les llamó criollos y fueron precursores y protagonistas de nuestra gesta emancipadora.
Luego se confundieron en un largo duelo fraterno y por último fueron los organizadores del Estado.
Hasta aquí los encontramos vírgenes en su aspecto racial, sin influencia de extrañas corrientes de sangre.
Sus pasos por nuestra tierra marcan las distintas etapas históricas y así el tipo humano que nos enorgullece como modelo, pasa de la epopeya a la vida fecunda, en la paz de los campos que le vieron nacer.
Los eruditos han investigado sobre sus costumbres, sus afinidades y gustos, sus diversiones y hasta se ha indagado sobre el papel social que desempeñaron en el concierto de la humanidad.
Pues bien, la Tradición, para nosotros, debe ser ese conglomerado de posiciones en donde florece un espíritu fácilmente perceptible a través del tiempo, y que tiene la virtud de colmar nuestra capacidad emocional, produciéndonos gozo infinito, y deseo de exteriorizarlo con orgullo.
El sentimiento tradicionalista no admite límites y se satisface igualmente cuando una exposición autóctona es propia de cualquier región de la Patria, aunque la comprensión del acto no sea captado en todos sus matices.
...El culto de la tradición no permite tampoco las deformaciones antojadizas con que a veces se presentan sus elementos.
Hay que evocar con la mayor fidelidad para no quitar de su marco al pasado, acomodando a las ideas o a los gustos del momento, su proyección ejemplarizadora.
Velemos, entonces, para evitar las falsas interpretaciones con las cuales trafican los mercenarios.
...En estos momentos, sometida la nacionalidad a dura prueba por el influjo foráneo que gravita en todos los órdenes, quisiéramos proyectar sobre las almas de nuestros compatriotas el perfil del tipo tradicional, cuya virilidad recorrió las dilatadas llanuras, serpenteó en las montañas, cruzó las selvas y dejó indelebles huellas de su grandeza moral de uno a otro confín.
¡Ese exponente de raza varonil, es el gaucho! En páginas inmortales se ha evocado la figura legendaria y la historia patria lo señala como el adalid de sus glorias.
La naturaleza indómita no tuvo obstáculos que se opusieran a su paso y todas las armonías de la tierra se conjuraron para servirle de escolta en su eterno peregrinaje.
Ha llegado hasta nosotros como un símbolo, como la personificación más cabal de la hidalguía y para su custodia aunamos nuestras voluntades, reservándole un lugar preferente en nuestros corazones.
...¡Cada argentino que nace es un pedacito de la Patria del futuro!
Don SANTIAGO H. ROCCA (1941)
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