El Papel de los Diarios


Se habla mucho el futuro de los diarios en papel. Me permitiré hacer algunas reflexiones al respecto.
En cuanto a su propósito podríamos decir que entre los actuales diarios y lo que yo creo que deberían ser, no existe una gran diferencia entre la edición actual y lo que para mí sería deseable. Me refiero a la republicana función de transparentar los actos de gobierno.
En la misión en cambio existen diferencias entre lo que actualmente se pregona, que consiste en develar lo que el poder quiere ocultar, y lo deseable que simplemente se limitaría a informar. Podrán coincidir, pero no son lo mismo.
Los objetivos de la información responden a las siguientes interrogantes: ¿qué debo, qué deseo, qué necesito saber para salir a la calle, para trabajar, para educar a mis hijos, para recrearme, para crecer como persona? Mis decisiones diarias se apoyan en un contexto al que accedo de diferentes maneras pero que, en gran medida, me facilita el diario todas las mañanas. Puedo leer títulos en el teléfono, pero es recomendable una lectura algo más reposada sobre el texto para poder procesar datos.
La develación de los secretos ocultos del poder podrían no satisfacer todas mis necesidades. Me importa saber cuánta plata tenía Florencia Kirchner en la caja de seguridad y el origen de esos fondos. Obviamente, la población hubiera valorado más ese dato hace unos años. Pero lo importante es evaluar la importancia de ese dato en mi vida actual. Es bueno saber que el que la hace en algún momento la paga. Pero hay que calibrar eso a la hora de editar la información. Pocas decisiones tomarán en cuenta esos aspectos hasta ahora ocultos de la hija de la ex Presidente, Florencia Kirchner, que hoy abre la tapa de muchos diarios. Es evidente que el golpe turco o el ataque presuntamente terrorista en Niza inciden más directamente en nuestra cotidianeidad. Uno quisiera comprender lo que está pasando en en la ciudad, en el país, en la región y en el mundo que le toca vivir; los sucesos, las modas, lo que se habla, las tendencias.
Me dirán que a la gente acude a los medios para entretenerse y que disfrutan de una narración atrapante. Ciertamente, la gente valora un buen relato fidedigno, y no todo el mundo disfruta de que le mientan. Pero eso presupone la existencia de información útil. Por otra parte, los medios para entretenerse no son justamente los que apuntan a economizar el tiempo para informarse. La gente que pasa horas frente a la televisión o la radio, y que lee de todo no suele ser relevante en el proceso de toma de decisiones. Suma un voto en democracia, pero no define. El lector de diarios, en cambio, es un líder de opinión; alguien más informado que el resto.

A mi juicio, un diario en papel es un objeto útil para la persona que necesita informarse bien al menos una vez al día; alguien que tal vez sobrevolará las noticias electrónicas durante el día, pero que necesita analizar la realidad diariamente porque debe tomar decisiones en las que el contexto juega un papel importante.
Dicho todo eso, analicemos algunos aspectos del diario en papel:
. Debe ser sintético para una rápida lectura.
. Exhaustivo, de modo de no necesitar de la continuidad informativa.
. No debe priorizar la primicia sobre la ponderación y el contexto.
. Debe contener todas las voces, especialmente las que desean expresarse. Ocultar lo que el poder desea hacer conocer es desinformar.
. Debe filtrar, editar, contextualizar, ponderar.
. Debe fortalecer al medio por sobre sus periodistas. El lector debe sumergirse en el medio porque es confiable. No debe necesitar apoyarse en la credibilidad individual.
. Las firmas deben ser para identificar a los protagonistas que son invitados a explicar sus opiniones, o grandes académicos.
. En la actualidad, tan explícitamente mediatizada, no hay tiempo para consumir tanta información. Es preferible alguien que lea y vea todo por nosotros, a alguien que nos intente sorprender con una crónica ingeniosa. No tiene sentido enviar alguien a Catamarca, cuando es probable que una buena curación de lo publicado en las agencias, twitter, El Ancasti, canales de You Tube, Instagram, etc, pueden aportar mucha mayor información. El tiempo de viaje y el uso de recursos debería ser mejor si se usara para consultar medios confiables. Los viajes deberían hacerse para evaluar la situación informativa de los lugares. Todos sabemos la importancia de China e India en la actualidad. Pero por falta de corresponsales tenemos un acceso limitado de lo que pasa allí. Simple, ¿qué hacemos? vamos a twitter y a YouTube y seguimos a nuestros propios corresponsales de diarios españoles o que por algún motivo nos den alguna confianza. ¡Nos informamos igual! Pero paulatinamente perdemos confianza en nuestro aliado matutino que de esos países nos cuenta divertidas o sorprendentes historias que no nos sirven para la toma de decisiones.
. Los diarios dan por supuesto que la gente son como los periodistas, que se informan por otros medios. Tal vez tengan razón. Pero puede ser que un 20 por ciento de sus lectores se conformen con un diario más simple y barato que el que hoy reciben y que no le importe pagar más por él, en la medida que esa lectura diaria le evite la dispersión informativa y le ofrezca ventajas en la profundidad del tratamiento informativo. Imagino diarios aburridos, llenos de detalles de crónicas parlamentarias o palaciegas, con documentos anexos -antes que novelas-, buenas fotos y sabrosas infografías.
Los diarios se han tornado políticamente correctos. Un oxímoron. La información, hace unos años, no tenía color, partido ni religión. Hoy debe pasar por la aduana del prejuicio.
Los diarios ingresaron en el ring side del poder y pelean con sus fuentes y desafían a sus lectores. Un disparate. Estaban en la primera fila, venían al fondo y nos contaban en secreto los pormenores de lo que veían. Por eso defendíamos el palco de prensa. Ahora saltan las cuerdas e intentan noquear el campeón de los pesos pesados porque es favorecido por la Federación Internacional de Box.
Los diarios en papel no van a desaparecer, de la misma manera en que el correo no sucumbió a causa del email. Cuando se achiquen por razones de fuerza mayor y se limiten a publicar lo que la gente necesita saber, recuperarán su lugar de consejeros privilegiados de los líderes de opinión.+

1 comentario:

Mariano dijo...

Hernan, como hombre de los diarios que soy comparto mucho de lo que decís, pero creo que la posibilidad de los diarios de achicarse y limitarse a publicar lo que la gente necesita saber, se va a dar cuando los dueños y ejecutivos de los mismos tomen conciencia de cual es el negocio posible en el papel. Algunos siguen pensando como hace 30 años cuando podían mantener estructuras enormes y no terminan de asumir el cambio de paradigmas, otros están desesperados para pasar a los digital, exprimiendo a las versiones en papel que siguen siendo las fuentes de ingresos principales, sin preocuparse por su viabilidad. Creo que todavía no han podido entender que tipo de negocio genuino les permitirán tener los diarios en papel y adaptarse a esa situación.
Mariano Lardiez