Participaron equipos venidos especialmente desde el Uruguay (Carrasco Lawn Tennis, Old Christians y Woodlands), de Rosario (el Jockey Club de esa ciudad) y de clubes hermanos, como el CASI, el Náutico San Isidro y CUBA.
A la hora de la entrega de premios me pareció oportuno relativizar la sobrenaturalidad de los próceres de Mayo. Porque las gestas no nacen de otra cosa que de gente común, como nosotros, que vistos con perspectiva logran resultados excepcionales como fruto de actitudes o esfuerzos extraordinarios. Esa extraordinariedad es la que convierte en héroes o, para los cristianos, en santos. Son aquellos que le dan trascendencia a lo cotidiano.
El campeonato, en su séptima edición, se desarrolló en los tiempos previstos y en un ambiente de camaradería y fraternidad.
Satisfechos por el deber cumplido, podemos vivar a la Patria.+
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