Luces y Sombras
PUNTA DEL ESTE. Recuerdo haber leído una carta de lectores en La Nación, unas semanas atrás, que decía que bastaba con cruzar la frontera para percibir un país que funcionaba. En ese momento, me llamó la atención pero, desde mi deseo vacacional, coincidí. Ahora aquí, tengo mis reservas.
Es cierto que el uruguayo es amable, cordial y educado, y que su Policía de Tránsito es estricta y honesta. Pero el estado de las rutas interiores deja mucho que desear, a pesar de que el país está gozando del auge de los commmodities.
Es palpable que este balneario es un lugar soñado. Sin embargo, lo que depende del municipio -como ser el alumbrado y el bacheo- merece una reprobación.
No se imaginan lo que es instalaar el WiFi. Anteldata tardó semanas en venir. Es que sólo realiza las instalaciones los jueves a la mañana. Para colmo, no hicieron la configuración y el instructivo automático es incomprensible. La experiencia de llamar al 0800-1199 o tratar con Antel es un verdadero salto al pasado.
El aluvión de brasileños, paraguayos y connacionales de ambas márgenes del Plata, en lugar de actuar como incentivo para mantener el nivel de seguridad que caracterizó a este sitio por lustros, aumentó la avidez de los cacos. Ciertamente, hay más patrullajes; aún así, lo que en los últimos años fueron hurtos diurnos se transformaron en nocturnos, ante la presencia de los moradores y, hace poco, incoporaron también la variable de la violencia. Anteayer, el colmo fue el intento de violación a una turista argentina.
El intendente de Maldonado dijo al diario que no hay un aumento en las estadísticas de la criminalidad. Los ministros nuestros podrían haber respondido algo parecido.
Una visible protesta de caddies del Golf, pegado al sospechado Barrio Kennedy, profundizó la sensación de conurbanización esteña.
Si bien el boom inmobiliario continúa, Maldonado y Uruguay debereían tomar muy seriamente el impacto que este flagelo pueda tener en sus ingresos turísticos de no revertirse esta tendencia.
Es hora de que sus autoridades pongan a secar sus trajes de baño.+
Es cierto que el uruguayo es amable, cordial y educado, y que su Policía de Tránsito es estricta y honesta. Pero el estado de las rutas interiores deja mucho que desear, a pesar de que el país está gozando del auge de los commmodities.
Es palpable que este balneario es un lugar soñado. Sin embargo, lo que depende del municipio -como ser el alumbrado y el bacheo- merece una reprobación.
No se imaginan lo que es instalaar el WiFi. Anteldata tardó semanas en venir. Es que sólo realiza las instalaciones los jueves a la mañana. Para colmo, no hicieron la configuración y el instructivo automático es incomprensible. La experiencia de llamar al 0800-1199 o tratar con Antel es un verdadero salto al pasado.
El aluvión de brasileños, paraguayos y connacionales de ambas márgenes del Plata, en lugar de actuar como incentivo para mantener el nivel de seguridad que caracterizó a este sitio por lustros, aumentó la avidez de los cacos. Ciertamente, hay más patrullajes; aún así, lo que en los últimos años fueron hurtos diurnos se transformaron en nocturnos, ante la presencia de los moradores y, hace poco, incoporaron también la variable de la violencia. Anteayer, el colmo fue el intento de violación a una turista argentina.
El intendente de Maldonado dijo al diario que no hay un aumento en las estadísticas de la criminalidad. Los ministros nuestros podrían haber respondido algo parecido.
Una visible protesta de caddies del Golf, pegado al sospechado Barrio Kennedy, profundizó la sensación de conurbanización esteña.
Si bien el boom inmobiliario continúa, Maldonado y Uruguay debereían tomar muy seriamente el impacto que este flagelo pueda tener en sus ingresos turísticos de no revertirse esta tendencia.
Es hora de que sus autoridades pongan a secar sus trajes de baño.+
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